| home / volver a página de noticias / Guanterojo y el building político Quienes somos | Noticias que los medios no publican | Radio Soó - lo que todos comentan | Tendencia de los medios | contacte con nosotros | FMCo main office | Dinero lavado para campañas | EMSA - Financiamiento político con tarifas eléctricas | Ley de Educación: un proyecto de necesaria discusión pública | Vaciamiento de activos del building político
El caso Gauto
Año 1991 a 1995
La escribana Gauto cuenta en su curriculum haber colaborado con el extinto Pajón en el lavado de dinero del Instituto de Previsión Social para financiar las campañas políticas. De la operatoria, el ex tesorero del partido de estado que gobernó 12 años, acumuló suficiente riqueza personal como para adquirir, testaferros de por medio, el edificio que construyó en Roque Sáenz Peña y Córdoba (se ampliará)
Año 1996
Siempre al relato de las fuentes consultadas (calificación 2-3) a fines del '96 llegó al RPI, "zapatitos azules gastados con puntitas torcidas; Peugeot 504 destartalado". Así definen una personalidad común, con realizaciones personales nada destacables. Siempre al mismo relato, tanto sus amigos como quienes ahora engordan las filas de sus enemigos, aseguraban haberla conducido hacia "el nido de la gallina de los huevos de oro" . Muy pronto se deshizo de una colega, que le abrió los ojos acerca del potencial de ese organismo en materia de botines, para no tener que compartirlos con nadie, como antes hizo Pajón con ella.
Año 1997
Comenzó el know how del lavado, cuando le ofreció half and half al Colegio de Escribanos, pero cuando llegó la noticia al Ejecutivo, dio inicio la nueva aventura de la explotación de estos recursos novedosos. Efectivamente, no pasó un año y el colegio quedó excluido del manejo de los F. E. de la Ley 3348, que quedaron en manos del ministro de Gobierno y la directora general del Registro de la Propiedad Inmueble RPI; fue cuando comenzó a crecer el patrimonio de la funcionaria y los de unos cuantos empleados bajo su control.
Año 1998
Durante este período, todos los funcionarios de la operatoria, desde el ministro de Gobierno a la directora y personal de su confianza, mejoraron su nivel económico; hasta el ex director de Defensa Civil, hacia donde se distrajo el 50 % de la recaudación para mejorar el lavado de dineros públicos. Como es conocido, "el negro" Viana vendió hasta su caballo para montarse en sus 4x4, con una fabulosa recaudación de entre 70/90.000 pesos mensuales, cuando las mercaderías destinadas a Defensa Civil nunca se repartían y eran desviadas a depósitos clandestinos para destinarlas a las campañas. (Ver nota Guanterojo)
Año 1999
La de Gauto ya contaba con una 4x4 nueva. Finalizaba la remodelación del edificio de Bolivar y General Paz y comenzaba el amoblamiento, con sobre facturaciones tales como sillas compradas a valor de $ 200 cada una y equipos de computación que lejos de ser de última generación son clones de bajo costo, sobre facturados en contratos con retornos importantes. La baja calidad de los equipos y el alto costo inflado por los retornos, pone en evidencia que el registro, lejos de estar informatizado, tiene programas que no funcionan tan bien como el lavado de dinero estatal que mediante ellos se hizo, para que el dinero de todos sea usufructuado por unos pocos con impunidad. Para mediados de año, la jefa de Patrimonio cambió de automóvil y se produjo la mudanza. Comenzaron a trabajar personas que no eran empleados del registro ni contratados y con ellas dio inicio la desaparición de documentos públicos. El libro de inhibiciones perdió una hoja por esa fecha, también los tomos donde se archivan las copias de los títulos; fue cuando "los muertos comenzaron a vender sus terrenos". Una abogada hizo la denuncia ante la Justicia y la curia. Recién ahora repercutió el tema con la intervención del STJ en los hechos de estafa y usura en los cuales se implica a la titular del Juzgado de Paz 3 Rosana Palombo (ver nota aparte). En ese año el personal del registro consiguió que parte de la recaudación fuera destinada a pagar las mayores prestaciones que ellos realizan, trabajando doble turno; con ello comenzaron los "dolores de cabeza" de la Gauto, quien tuvo que disminuir los gastos, compras y viáticos.
Año 2000
Comenzaron a aparecer matrículas falsas, otras "se perdieron", todas curiosamente custodiadas por una señorita de entera confianza de la directora. Para fines de ese año, la directora recurrió al manido argumento de "deslindar responsabilidades", denunciando a un empleado raso, como culpable de una maniobra por la cual se distrajeron U$S 500.000, cuando los únicos responsables en ese registro son los jefes de departamento y la directora. Manejan un sumario que se supone es secreto pero que todos los funcionarios implicados lucubran para complicar a otros, mediante copias fotostáticas en su poder, que ni el implicado conoce siquiera de qué se lo acusa. Se sostiene que algo le debe tocar al nuevo jefe de departamento Contable, que cambió de automóvil; la jefa de Patrimonio le compró uno a su hija y también la jefa del Depto Dominio tiene 0 km, cuando se busca deslindar las operaciones de lavado en un empleado de última categoría, "porque solo ellos pueden tener dinero"
Resulta incomprensible que desde diciembre 2000 el personal del registro no cobre lo que establece la ley y deba recurrir a los paros cuando la cuenta corriente del registro luce saldos de seis dígitos. La pregunta que surge es ¿adonde va a parar todo ese dinero?. Según fuentes bien informadas (2-3) la directora trata el tema de los fondos directamente con la Tesorería General de la Provincia de Misiones y entre los dos organismos arreglan las cuentas del RPI, que como es una cuenta especial "hacen gato y zapato; el personal que aguante, total, ella va a la peluquería una vez por semana y luce ropas exclusivas" aluden las fuentes y la total impunidad con que se manejan, la cual no es posible sin la necesaria colaboración, activa o negligente, de jueces, funcionarios, empresarios, banqueros y políticos, algunos directamente complicados y otros por temor personal.
Los más aseguran con socarrona admiración que los Gauto poseen propiedades en Buenos Aires, Corrientes, Brasil y Panamá, que superan hoy con muchas creces la chacra que ya poseían en San Isidro desde 1996, ahora seguramente sobrevalorada para justificar parte de sus ingresos ilegítimos. Otros sostienen con resignada indignación que también poseen una propiedad en La Habana, Cuba, donde viajan a menudo y pasaron las últimas Pascuas. Todos acuerdan que pertenecen a una banda de ladrones y estafadores de conducta narco, con desprecio de toda ética burguesa, de lo cual se ufanan con cinismo. Nadie puso en marcha mecanismos legales para condenarlos, porque la segunda línea de los políticos que consuman el despojo advierte la eventual amenaza de desestabilización del régimen y la vuelta al pasado incendiario. Con la pérdida de poder de sus líderes, se quiebra esa línea defensiva de los jefes políticos y entonces el mismo Don Nadie que pactó con el Diablo, permitiendo el delito a cambio de cierto orden y normalidad, comienza a tratar a esos jefes como víctimas inocentes de colaboradores indignos que ahora merecen la cárcel.
(Se ampliará)
By Odgen R. (2-3)
|
||